El alma de los vinos Carlos Serres está en su finca, El Estanque. Una extensión de 60 hectáreas en el sudeste de Haro que supone un auténtico hito por implementar, a comienzos de los 80, el sistema de cultivo en espaldera. Algo que les permitió mejorar la superficie foliar expuesta, facilitando una mejor maduración de todas las variedades así como una viticultura más respetuosa con el medio ambiente, al permitir la reducción de tratamientos al tener una mejor aireación de todos los racimos. Sus suelos arcillo-calcáreos y con alta presencia de gravas son perfectos para el cultivo de variedades Tempranillo, Graciano, Mazuelo, Maturana Tinta y Viura destinadas a ser base de sus Reservas, Grandes Reservas y producciones limitadas Onomástica.